Desde que se inventaron las disculpas todo el mundo tiene razón. Es un dicho así como filosófico pero incierto. Tiene el que o la que tiene. Es difícil jugar a pelota y llegar arriba o cerca. Y fácil escribir o informar de lo que sucede e incluso opinar de lo que pudiera suceder. Pero también escribiendo se difunde e inquieta...con esperanza.

Me duele que hayan dado libertad al zaguero navarro Iturriaga que respondía bien por resultados. Y me alegraron, para recordar, dos momentos sublimes de Darío jugando, y ganando, contra Arteaga que no es un lila ni mucho menos. El primero fue una dejada al ancho preciosa. Como un chispazo inesperado. El segundo un dos paredes de bello trazo. Otra pincelada de lujo.

En ambos pasajes se puede incluir el vocablo “improviso” que implica “de repente”, “rapidez”, “no esperado”: De improviso. Lo de improvisar entraña ingenio, invento, innovación... y creo que es lo que está pidiendo “la pelota”. Más del 90 % de los pelotazos son iguales, similares y van al mismo lugar del frontón ¡Es demasiado! Hay zonas  que no visita el cuero en todo un partido. Ya sé, ya sé que el tacto, los refuerzos, los tacos... impiden control o precisión. No sé cómo arreglarlo... pero lo noto y lo escribo porque les intuyo capacidad.

Darío, Ruiz, Zabala... nos dan buenos ratos. No ha desentonado con los mejores Víctor. Pero no se puede puntuar si un compañero pierde pelotas de bote limpio, sin arrimar ni achuchar... Vamos a llamar claras. El tal Mariezkurrena tira muchas y desborda poco. Un delantero, salvo Altuna, no puede ganar solo un partido.